

Acuérdate, oh Santísima Virgen María, que jamás se ha oido decir que ninguno que haya acudido a Ti, solicitando Tu Ayuda, pidiendo Tu Auxilio e implorando Tu Socorro, haya sido desatendido. Por eso, con gran confianza, acudimos a Ti, oh, Virgen de las Vírgenes y Madre Amorosísima, humildes y arrepentidos, y llenos de amor y esperanza, postrados ante Ti. Madre del Verbo Encarnado, no desoigas estas súplicas, antes bien dígnate escucharlas benignamente y acógelas favorablemente. Amén.
Oración de San Luis María Grgnon de Montfort para antes del rezo del Santo Rosario
Dios te salve, María, Hija del Padre Eterno.
Dios te salve, María, Madre Amable del Hijo Redentor.
Dios te salve, María, Esposa, Templo y Sagrario del Espíritu Santo Consolador.
Que la luz de tu fe elimine las tinieblas de mi espíritu. Que tu humildad profunda sustituya a mi orgullo. Que tu contemplación continua y sublime de Dios encadene las distracciones de mi imaginación errante y llene mi memoria de Su Presencia. Que el fuego de tu ardiente caridad inflame la tibieza y frialdad de mi corazón. Que tus virtudes erradiquen mis pecados. Que tus méritos me sirvan de sostén ante Dios. Finalmente, queridísima y amada Madre, haz, si es posible, que mi alma glorifique siempre al Señor, que mi voluntad se doblegue ante la Voluntad Divina de Jesucristo, y que mi corazón arda del Inmenso Amor de Dios, como lo hiciste Tú. Amén
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