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Te damos la más cordial bienvenida a esta bitácora, dedicada a la Santísima Virgen María y a Su Divino Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Te pedimos que te unas a nuestra cadena de oración permanente, con oraciones, rosarios, misas, meditaciones, ayunos, etc., lo que desees y puedas hacer, por nosotros, por ti y tus necesidades y angustias, y sobre todas las cosas, por la paz del mundo entero y la paz de tu país. Nunca olvidemos dar las gracias a Dios, porque es Él la Fuente Inagotable de todos los milagros...
Los Amigos de la Fundación María Ecuménica

viernes, julio 21, 2006

La Virgen María es
la Madre Universal


La Excelsa Madre de Dios y Madre Nuestra, la Virgen María, en los últimos 2000 años se ha aparecido con Su Mensaje de Amor, Misericordia y Conversión, invitando una y otra, y otra vez, a seguir el Camino, Vida y Verdad, representados en Su Divino Hijo, Jesús, Nuestro Señor. Ella, en sí misma, está hecha del mismo material que nosotros, pero con una diferencia: fue Inmaculadamente Concebida por Dios desde la Eternidad. Por orden de Dios, Ella tomó forma humana en el seno del matrimonio que Dios mismo consideró digno y justo, el de Ana y Joaquín, para que ellos glorificasen Su Santo Nombre. Y María, ya nacida, crecida, criada y educada por ambos padres, recibe de Dios una invitación que ella, por su libre albedrío humano bien podía aceptar o rechazar, por medio de Su Mensajero, el Arcángel San Gabriel: formar parte de Su Perfecto e Infalible Plan de Reconciliación de la humanidad con Él: a dar su carne virginal al Verbo Eterno y ser su madre. Pasados los años, y en el momento culminante del Sacrificio por Amor a nosotros que consumó Cristo, Nuestro Señor Jesús, Ella es dada a toda la humanidad, en la persona del "discípulo a quien Jesús amaba", como Nuestra Madre. Aún nos parece injusto que hay quienes dicen seguir y ser amigos de Jesucristo, y no quieren, no aman, y ni siquiera respetan a la Madre de "y que" Su Mejor Amigo, acusándonos a nosotros, católicos, y quién sabe si a otros fieles de otros credos, de "idólatras".

Ella, María, la Madre de Jesús y Madre Nuestra, nos llama a entregarnos por completo a la Santa Voluntad de DIOS, sin dudas, sin miedos, sin complejos. Con el corazón lleno de Amor y Confianza, pese a toda circunstancia fuerte que pudiera existir en nuestras vidas, mirando al Cielo en busca de lo extraordinario sin dejar de tener los pies bien puestos en la tierra con su cotidianidad y su rutina, permitiendo que DIOS entre en nosotros y lo sintamos como algo plenamente natural, vivo y “nuestro”, compartiéndolo con nuestros semejantes. La Bendita Madre María ha sido el único ser humano, y aún en su condición de mujer, que ha alcanzado las cotas más altas de espiritualidad y el conocimiento total de DIOS posible en los tiempos históricos que le tocó vivir, y con todo que es accesible para todos nosotros, hombres y mujeres, aún en estos tiempos, comienzos de Tercer milenio, siglo XXI. En este párrafo está la imagen de la Virgen María como Rosa Mística, aparición dirigida principalmente a los sacerdotes, religiosos y religiosas que se dieron desde 1947 hasta 1983 en Montichiari, Italia, y que ha tenido una devoción muy inmensa en nuestro país, Venezuela.



Así mismo, Ella nos guía a esa entrega, a ese encuentro con DIOS, que es a su
vez íntimo y personal, extraordinario y mundial, conduciéndonos por un camino que, si bien nos parece difícil, con tantos compromisos, complicaciones, estructuras físicas y mentales algo rígidas e inflexibles en muchos casos, y sin embargo es así, en esas mismas condiciones que todos enfrentamos en mayor o menor medida, que esta Madre Amorosa y Amable nos trae a DIOS a nuestras vidas. De parte de nosotros está el aceptarlo, adorarlo, amarlo, agradecerle, y confiar plena, total y desinteresadamente en ÉL. La Santísima Virgen recibe de sus hijos y devotos del mundo entero una veneración que tiene diversas raíces culturales, pero que sólo demuestran algo que, tarde o temprano, será reconocido en su justo valor: la Santa e Inmaculada Virgen María es la revelación de EL PRINCIPIO FEMENINO QUE DIOS MISMO ENVÍA AL MUNDO, y por tanto es la Madre Espiritual de toda la Humanidad (y no sólo de los cristianos), el Modelo del Diálogo Cultural, Religioso y Espiritual por excelencia, y es venerada y amada por católicos, ortodoxos, anglicanos, musulmanes, gnósticos, budistas, hinduistas, indígenas, etc. En fin, Ella es Patrimonio Espiritual y Universal de la Humanidad. En la foto tenemos a la imagen de la Excelsa Madre que se venera en Tre Fontane, Roma, producto de una aparición portentosa ante un pastor protestante (que había sido un indiferente católico hasta antes de la Guerra civil española), y sus tres hijos en 1946, donde Ella se anunció como la Virgen de la Revelación.

Desde sus célebres apariciones del cerro de Tepeyac, en México, lugar amenazado por una terrible guerra revanchista de parte de los indígenas en contra los conquistadores y colonos españoles y que a raíz de esta manifestación de amor, materializada en la prodigiosa tilma con Su Imagen, se dió una larga y duradera paz. Pasando inclusive por las apariciones de la Santísima en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, que fueron todo un oasis de paz en medio de la macabra realidad de la guerra civil llevada a cabo por el gobierno comunista serbio de la entonces Yugoslavia, apariciones que todavía hoy traen mensajes cargados de belleza y sencillez y cuya imagen fue labrada por cristianos de la fe ortodoxa, muy conocidos por su aversión a las imágenes de bulto y su gran amor a los íconos. Y hasta antes de la terrible guerra que hoy, en estos momentos, asola a Tierra Santa (Líbano, Israel, Palestina, Siria y Jordania), la Madre hace un solo llamado: PAZ, RECONCILIACIÓN ENTRE LOS HUMANOS Y DE LOS HUMANOS CON DIOS, ORACIÓN, CARIDAD, UNIDAD, FE.

Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de las Américas y las Filipinas,
Reina de México y los Pueblos indígenas del contiente americano
(apariciones del 9 al 12 de diciembre de 1531)


La Reina de la Paz de Medjurorje, en Bosnia-Herzegovina
(apariciones desde 1981 hasta nuestros días)


Ante los hechos que vemos, una paradoja macabra ante los amorosos llamados de la Madre del Cielo, no nos queda a nosotros, que hasta ahora estamos en papel de testigos de esos mismos hechos, sino actuar: ORANDO, BUSCANDO EL DIÁLOGO Y ENTENDIMIENTO ENTRE LAS PARTES EN CONFLICTO DENTRO DE NUESTROS HOGARES Y LUGARES DE ESTUDIO Y TRABAJO, HACIENDO OBRAS DE CARIDAD, etc. Ejemplo de que este llamado es para todos y todas, sin excepciones, son las manifestaciones de la Santísima en Amsterdam (Países Bajos) en 1945 y hasta 1965, donde se reveló como la SEÑORA Y MADRE DE TODAS LAS NACIONES Y PUEBLOS, cuya imagen ilustra este párrafo. Ella misma dictó una sugestiva oración que recién en el año 2001 fue plenamente aceptada por las autoridades ecelsiásticas, reconociendo así mismo la aparición. La Virgen pedía que esa plegaria fuera rezada por todos los cristianos, seguidores y amantes de Su Hijo Jesús. En la última parte de la misma, Ella explicaba que antes de ser invitada por Dios, Ella misma era una joven y desconocida doncella más en el mundo, pero que al Ella aceptar dicha invitación, Dios la convirtió en la Mujer que llevó a cabo la Promesa Divina de Salvación, elevándola por encima de toda la humanidad para interceder por la misma. La oración dice así:


Señor Jesucristo, Hijo del Padre,
envía ahora Tu Espíritu
sobre la faz de la Tierra.
Que el Espíritu Santo
habite en los corazones de todas las gentes, pueblos y naciones,
para que sean preservadas de
la corrupción y del desastre,
de las enfermedades y de la guerra.
Que la Señora de Todos los Pueblos,
que un día fue María,
sea Nuestra Abogada.
Amén


Así mismo, traemos a colación el mensaje silencioso que la Madre ha dado en un lugar para nosotros inimaginable, dadas las circunstancias de hoy en día: en un suburbio llamado Zeitum, en El Cairo, capital de Egipto, un país musulmán (ver fotos en blanco y negro de abajo). Desde 1968, y por casi cuatro años consecutivos, todas las noches, la Mujer Vestida del Sol, Coronada de Estrellas y con la Luna a Sus Pies se aparecía rodeada de gran resplandor, ángeles en forma de "palomas" azules, plateadas y doradas, en la cúpula de una pequeña iglesia copta, y más de 250.000 personas de todos los grados de fe, entre hombre mujeres, ancianos y niños, judíos, musulmanes, cristianos de todas las tendencias y hasta ateos, todos ellos no podían dejar de mirarla. Ella los miraba a todos y cada uno con inmenso amor, haciéndoles sentir que Ella los amaba tal y como eran, y que toda oración, judía, musulmana y cristiana, es PRECIOSA PARA DIOS.



Recientemente, en Soufanief, un suburbio de Damasco, en Siria, otro país musulmán, la Santa Madre se ha aparecido en el seno de una familia cuyos miembros son, algunos cristianos ortodoxos (del rito oriental y griego), otros católicos melquitas (católicos de rito árabe bizantino), unos tantos católicos maronitas, y otros, musulmanes y judíos. Algo común en toda familia del Cercano Oriente. Fotos e íconos de la imagen de la Madre de Dios como el que ilustra este párrafo, que desde el momento de las apariciones, 1983, comenzó a manar aceite milagroso, y alrededor del mundo, también han manado y emanan aceite milagroso. La vidente, Mirna Yassour, casada y madre de dos hijos, ha recibido los estigmas de Jesús, y los mensajes que ella misma ha dado a conocer que ha recibido de Jesús y María, hablan de tres pilares básicos para la paz del mundo: UNIDAD, AMOR y FE. Que estas tres palabras sean nuestro credo común.

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Amor Eterno (Mi Virgen Bella) cantado por Marianella Oráa