13 y 16 de Julio:
La Virgen María, Rosa Mística
y Flor del Monte Carmelo
En estas fechas se celebran dos devociones marianas muy queridas y apreciadas en Venezuela, como lo son los títulos de "Rosa Mística" y "Flor del Monte Carmelo", esta última mejor conocida como "Virgen del Carmen". La Virgen María ha recibido desde los primeros siglos del Cristianismo ambos títulos, y en ambos se exponen profundas verdades de fe expresadas en forma poética y sencilla.
Siendo la rosa la flor más hermosa de todas, por lo que se la considera la reina de las flores, es natural que dicha flor sea asociada a la Santísima, siendo entonces Jesús, Nuestro Señor, el Místico (Misterio Divino Revelado) Perfume que de Ella, la Rosa, brota llenando el aire con Su Presencia, Su Hálito Vital. El mismo simbolismo podemos aplicarlo a la vela, siendo ésta símbolo de la Santa Madre, mientras que la luz, el fuego y el calor son símbolo de la Santísima Trinidad, que consumen con Su Inmenso e Inconmesurable Amor a la Virgen Bendita, siendo Ella la que representa a la Humanidad toda, pues no olvidemos que María fue creada del mismo material que nosotros, sólo que por Su Inmaculada Concepción no sentía las inclinaciones que nosotros sí sentimos y con las que tenemos que lidiar momento a momento... La devoción a Nuestra Señora como Rosa Mística tiene su culmen en 1947, a raíz de sus apariciones ante la enfermera Pierina Gilli en la ciudad de Montichari, en la región de Brescia fronteriza con Suiza, al norte de Italia, y que en nuestro país ya se ha vuelto una devoción muy nuestra y muy querida.
En los primeros siglos del Cristianismo, un grupo de eremitas se estableció en la bahía de Haifa, norte de Israel, en el monte Ha-Karmel, con el objeto de llevar una vida de meditación, contemplación y oración, renunciando a todos los apegos del mundo, siguiendo como modelo al Profeta Elías, ermitaños que luego se organizaron en una comunidad monástica que luego se difundió por Europa. Es en ese marco que se sitúa la devoción a la Santa Madre como Reina, Madre y Flor del Monte Carmelo. Ha-Karmel, Carmelo, y Carmen, estos tres términos se traducen como "Jardín Florido", "Monte Hermoso y Florido", "Tierra Roja y Fértil", y muy bien se aplican a la devoción mariana por excelencia, recordando que en la psique humana las altas montañas se asocian a la imagen masculina de Dios, mientras que los montes floridos, como el Carmelo, se asocian al Principio Femenino de Dios.
Otros títulos asociados a la devoción carmelitana son "Estrella del Mar" y "Estrella de la Mañana". El primero hace alusión a que en el monte Carmelo los marineros se orientaban gracias a una especie de faro que había en en el monasterio de los monjes que allí moraban, e igualmente alude simbólicamente a la luz del conocimiento que dichos monjes llevaron consigo al Viejo Continente. El segundo alude a que la Madre Purísima anuncia la llegada del Nuevo Sol de Justicia, Salvación y Amor, así como la Estrella de la Mañana anuncia al Sol en cada amanecer.
Grandes mujeres y hombres,
sant@s tod@s, que han dedicado su vida a la Virgen del Monte Carmelo han dejado profundas huellas; basta con mencionar a Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa de Lisieux y Edith Stein (foto de la derecha), esta última de origen judío y que al convertirse al Catolicismo en 1922, y hacerse carmelita en 1933, tomó por nombre Teresa Benedicta de la Cruz, y fue proclamada santa por sus virtudes heróicas, su ejemplo y su martirio en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Consideraciones aparte, las vidas de
tod@s coinciden en que el Carmelo es un camino de sufrimiento interior, oración, meditación, reparación, entrega, martirio, etc., y TODO ESO ES POR AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO. Al momento de escribir esto, no podemos dejar de lado el terrible martirio que monjes y monjas carmelitas han sufrido en momentos álgidos de la historia: Edith Stein en la II Guerra Mundial,
otr@s carmelitas en la Guerra Civil Española, ni hablar de quienes fueron
llevad@s a la guillotina durante el Terror revolucionario francés en los albores del siglo XIX y otros
tant@s más en otras partes del mundo...
Volviendo a nuestra cotidianidad, la Santa Madre nos recuerda, en estas fiestas de los días 13 y 16 de julio, que todos y todas estamos llamados a SER AMOR EN ACCIÓN. No basta un solo día o un solo mes al año para hacer caridad corporal y espiritual hacia el prójimo: ESO SE DEBERÍA HACER SIEMPRE. Uno de los mensajes que la Virgen María ha dado constantemente, y especialmente bajo su advocación como Rosa Mística, debe estar siempre presente en nuestras vidas: AMAD Y VIVID SIEMPRE DE AMOR.
Algo que no debemos preder de vista es que si bien la Virgen María es una sola, pero que hay diversos títulos, cada cual más cercano al corazón de cada uno de nosotros, no podemos olvidarnos de nuestras raíces venezolanas. Nuestra Señora, la Virgen María de Coromoto, es la Celestial Patrona de Venezuela y l@s venezolan@s. Es la segunda aparición celestial tangible de la Madre Purísima en el continente americano (siendo la aparición en el Tepeyac, México, la primera), en las proximidades de Guanare ("lugar dulce de gaviotas" en lengua indígena), en 1652. Coromoto es el nombre indígena que designa a la tribu y al cacique ante el cual la Virgen María se apareció, y quiere decir "Hijos de la diosa del Maíz Rojo". En su aparición portentosa, la Purísima muestra que Ella, la Madre de Tod@s, conduce al Verdadero Camino, Su Hijo Dios hecho Hombre. No olvidemos la Gracia que, gratuitamente, Dios nos ha dado en darnos a Jesús y a María. Correspondamos a Su Amor como Ellos bien que lo merecen...
Obras sociales de la Fundación María Ecuménica
Actualmente prestamos ayuda a las siguientes instituciones en forma permanente:
1. Obras sociales de la Casa Parroquial Iglesia San José, dirigidas a niños, niñas, ancianos, enfermos provenientes de 50 familias de la Parroquia San José, Caracas
2. Obras sociales de la Congregación de las Hermanas del Buen Pastor en el barrio Colina Feliz de Guarenas, Edo. Miranda
3. Casa Hogar “Leonor Escalante de Méndez” de la Fundación Zea para la Tercera Edad, Zea, Edo. Mérida (32 abuelos de ambos sexos y 10 Hermanas Siervas de Jesús)
4. Casa Hogar para niños y niñas con retardo psicomotor, parálisis cerebral y Síndrome de Down, de las Misioneras de la Caridad (Congregación de la Beata Madre Teresa de Calcuta) del Barrio Mirabal de Catia La Mar, Edo. Vargas (23 niños de ambos sexos aproximadamente que allí habitan y estudian de forma permanente y 10 Hermanas Misioneras)
5. Escuela de la Alegría de Caucagüita, Edo. Miranda para niños, niñas y adolescentes (70 en total entre los tres grupos)
6. Niños, niñas y adolescentes del caserío San Vicente, Edo. Monagas, que totalizan 30
Aparte, tenemos otras obras, colectivas e individuales que atendemos según nuestras posibilidades y recursos. Sin embargo, para poder seguir atendiendo a éstas y otras obras que se sumarán, contamos con Uds., pues no hemos recibido respuestas de ningún organismo o empresa.
¿Cómo participar? Pues, recibimos con alegría a todos los que sientan el llamado a participar de nuestras actividades. Existen varias maneras de hacerlo:
§ Directamente a través del servicio.
§ Participando en los talleres, jornadas de oración, en las danzas y demás actividades.
§ Con aportes de insumos, o en efectivo depositando a nombre de FUNDACIÓN MARÍA ECUMÉNICA:
1. Cuenta F.A.L. del B.O.D. N° 0116-0033-61-0181148234.
2. Cta. Cte. BANESCO Banco Universal Nº 0134-0420-81- 4201025716
Puedes dirigirte a nosotros a los siguientes puntos de contacto:
Telfs.: (0212)552.4684 – 284.6331
Cels. 0416.816.6488 / 0416.5288270
E-mail:
mariaecumenica@yahoo.com.mx; mariaecumenica@gmail.com
¡QUE DIOS LOS COLME DE BENDICIONES SIEMPRE!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario