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Te damos la más cordial bienvenida a esta bitácora, dedicada a la Santísima Virgen María y a Su Divino Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Te pedimos que te unas a nuestra cadena de oración permanente, con oraciones, rosarios, misas, meditaciones, ayunos, etc., lo que desees y puedas hacer, por nosotros, por ti y tus necesidades y angustias, y sobre todas las cosas, por la paz del mundo entero y la paz de tu país. Nunca olvidemos dar las gracias a Dios, porque es Él la Fuente Inagotable de todos los milagros...
Los Amigos de la Fundación María Ecuménica

jueves, enero 17, 2008

Nuestra Señora de la Esperanza de Pontmain

Amados todos de nuestro corazón, hoy se cumple un aniversario más de las portentosa aparición de la Santísima Virgen María en una localidad del centro norte de Francia llamada Pontmain, aparición que dejó uno de los mensajes más hermosos y conmovedores de todos los tiempos: LA ORACIÓN HECHA CON EL CORAZÓN SIEMPRE ES RESPONDIDA FAVORABLEMENTE.
La aparición tuvo lugar en 1871, en el momento más escabroso y horrible de la Guerra Franco-Prusiana, en el momento en el que los germano-prusianos invadieron Francia, la Comuna de París se estaba gestando con sus sangrientos resultados y terrible final en plena primavera de ese mismo año, el Segundo Imperio ya estaba al borde de su final estruendoso y la III República Francesa, a punto de hacer su aparición y llenar el vacío de poder.
En el momento mismo de la manifestación celestial, ya el pueblo de Laval estaba en manos de los enemigos y el blanco lógico que seguía era el propio villorio de Pontmain. Al mismo tiempo, una novena dirigida a Nuestra Señora para que intercediera para obtener el final de la guerra, en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias en París, estaba comenzando alrededor de las 6 de aquella tarde de ese 17 de enero de 1871. Unos niños, Eugene y Joseph Barbedette, y unas niñas, Françoise Richer y Jeanne-Marie Lebosse, así como una pequeñita de 2 años y medio y un niño enfermizo de 6, fueron los únicos videntes que apreciaron a "una gran Señora pálida y muy Hermosa en el Cielo", y la descripción que dieron todos los niños y niñas fue siempre la misma:"Tiene un vestido azul repleto de estrellas doradas hasta por encima de su cabeza, zapatillas azules con hebillas y trenzas de oro en forma de rosetones, una corona dorada que se va agrandando, así como un hilo rojo en medio de la corona, y llevaba un velo negro que le cubría sus cabellos".
El mensaje que la Santa Madre dio a todos en Pontmain, y por ende al mundo entero, se encuentra plasmado en las palabras que aparecieron en un cartel blanco que se manifesto a los pies de la Santísima Virgen en el curso de las tres horas de la aparición: "HIJOS MÍOS, ORAD. DIOS OS ESCUCHARÁ PRONTO. MI HIJO SE CONMUEVE". En el curso de la misma, un crucifijo rojo con la palabra JESUCRISTO, y un malerido y muerto Jesucristo sangrante se manifestó y la Madre se lo mostró como ofreciéndolo a todo el mundo, manifestándose en su rostro una viva emoción y un intenso dolor. Durante todo el tiempo de la aparición, el sacerdote, las monjas y todo el poblado se unieron en oración junto con los niños y las niñas, orando, rezando y cantando con gran fervor.
Al desaparecer la Excelsa Madre del Cielo, también desaparece todo temor de los corazones de todos los habitantes del pueblito. Todos tienen la certeza de la visita celestial que solo los infantes pudieron ver y apreciar, pero todos los habitantes adultos se fijaron en tres brillantes estrellas que formaban un triángulo en el mismo lugar en el Cielo donde se manifestó la Señora Hermosa, y que permanecieron así durante todo el tiempo de esta visita del Cielo.
Una vez que cesó todo, los hechos se precipitaron: el alto mando prusiano dió órdenes inmediatas ese mismo momento de cesar todo ataque, 10 días después se firmó el armisticio que trajo la paz y, a pedido de los habitantes de Pontmain a Dios y a la Santísima Señora, todos los jóvenes que habían sido enrolados en el ejército regresaron sanos y salvos a sus casas. Todos los habitantes del villorio le dieron el hermoso título de Nuestra Señora de la Esperanza, y desde ese momento, el pueblito se convirtió en meta de peregrinaciones, y si bien no es tan conocido como Lourdes, La Sallette y otros puntos franceses más conocidos, es el Tesoro espiritual de Francia para el mundo.
No lo olvidemos nunca: LA ORACIÓN HECHA A DIOS CON EL CORAZÓN SIEMPRE ES RESPONDIDA FAVORABLEMENTE. ¡Paz, Luz, Amor y Bien para todos Uds.!



Amor Eterno (Mi Virgen Bella) cantado por Marianella Oráa